En casa de los Phan (21-10-2010)

Anoche me invitó a cenar a su casa la familia Phan (para mi era la hora de la merienda porque eran las 18:00). La verdad es que son encantadores, y me han recibido y tratado como si me conocieran de toda la vida.

Tienen una casa preciosa (de esas grandes típicas americanas), con un jardín enorme en un barrio muy tranquilo. A pesar de vivir en california mantienen vivas las costumbres y el estilo de vida vietnamita (en la medida de lo posible). En casa hablan en vietnamita, las comidas son las típicas de vietnam, dan muchísima importancia a la vida en familia, tienen karaoke,...

De sus cinco hijos sólo dos estaban en casa, así que nos sentamos cinco a la mesa. La Sra. Phan preparó una cena típica porque quería que yo viviese como es la hora de la cena en una familia vietnamita. Primero cogimos algunas plantas de su jardín (hojas de menta y otras hierbas) que iba a utilizar para la cena. Luego la Sra. Phan preparó los rollitos fritos (en varios tamaños y distintos rellenos) y otros crudos (envueltos en papel de arroz). Ni que decir tiene que es una excelentísima cocinera, además preparó pollo, una sopa deliciosa, y todo con arroz hervido. El pollo se pone al centro, coges una pieza (bocado) con los palillos, la pones en tu cuenco de arroz, la mezclas un poco y te la comes. Importante, cuando te sirvas comida del centro échate sólo una pieza, no eches varias en el arroz porque es de mala educación.

Tras la cena pasamos un buen rato de charla, con muchos consejos muy útiles para el viaje (que esperemos que no tarde en llegar):
1- Hemos de "cambiar el chip" al llegar allí. Sus estándares de higiene, limpieza,... son otros y si no los aceptamos y asumimos desde el principio nos vamos a agobiar y a pasarlo muy mal.
2- No intentemos alquilar un coche, y si lo hacemos nunca frenar en seco (los demás conductores calculan tu trayectoria y velocidad con lo que "intuyen" tus movimientos). Si frenas en seco te vuelves impredecible y chocan contigo.
3- Los vehículos tocan la bocina constantemente pero no para "reprocharte" nada, es su manera de decir "estoy aquí, calcula mi trayectoria". Gracias a los continuos bocinazos los conductores saben cuantos coches tienen detrás y aproximadamente a qué distancia sin necesidad de verlos.
4- Para cruzar la calle con el ajetreado tráfico (no respetan los semáforos) hay que ponerse a andar de manera continuada y predecible, nunca detenerse porque no pueden predecir que vas a hacer. Ellos no pararan pero modificaran su velocidad y trayectoria para no atropellarte.

Me volvieron a agradecer el elegir Vietnam a la hora de adoptar. Además creen en el destino y como ejemplo ponían que ahora dos familias lejanas y con distintas culturas, estamos compartiendo mesa a raíz de un hij@ que va a nacer (o ha nacido) para nosotros.

Un abrazo muy fuerte y un millón de gracias a la familia Phan.




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